Para nosotros y nosotras, lesbianas, gais, bisexuales, transexuales y tantas otras identidades posibles este que da comienzo será un año especial.
Cambiar de año tiene siempre un componente mágico: se abre un nuevo tiempo en el que pueden ser posibles algunas cosas que parecían irrealizables, y se cierra una etapa repleta de buenos y malos recuerdos. Vendrán nuevas vidas para contrarrestar el vacío que dejan quienes se marcharon; vendrán nuevos amores y nuevos amigos para hacernos olvidar las decepciones de este ciclo, en el que inevitablemente también llegarán algunos momentos difíciles. El viaje que termina nos parece ahora especialmente duro, pero disponemos de una nueva oportunidad para disfrutar mejor de una vuelta más en torno al sol.
Para nosotros y nosotras, lesbianas, gais, bisexuales, transexuales y tantas otras identidades posibles este que da comienzo será un año especial. En primer lugar, nos hemos hartado ya de decirlo, celebraremos el World Pride en nuestro país: el Orgullo Mundial, como unas olimpíadas, por fin ha llegado a Madrid. Y sabremos hacerlo bien, estoy seguro; no hará falta rodar después una película sobre cómo la celebración nos pasó por encima sin apenas darnos cuenta, no hará falta un Bienvenido Mr. Pride.
Pero este primer Orgullo hispánico, este año que ahora empezamos, nos traerá muchas más fechas que recordar en nuestro propio calendario de festejos. Junto al consabido 28 de junio encontraremos, como siempre, el 26 de abril, día de la visibilidad lésbica, el 17 de mayo, contra la Homofobia, Transfobia y Bifobia, el 23 de septiembre, de la visibilidad bisexual, y el 20 de noviembre, dedicado a memoria de las personas trans. Y añadiéndose a estos días y algunos más, como fechas de absoluta importancia el 28 de julio podremos celebrar el primer centenario de Gloria Fuertes, la poeta lesbiana que un día decidió, en lugar de tirarse al metro, tirarse a la taquillera; y el 29 de agosto deberemos conmemorar que se cumplirán 150 años de la primera salida del armario de nuestra era: el día en que Karl Heinrich Ulrichs, quizá el primer activista por la libertad sexual, se visibilizó como uranista -así se hacía llamar, cuando no existían aún ni ‘homosexual’ ni ‘gay’- frente al Congreso de Juristas Alemanes en Múnich, exigiendo la despenalización del placer entre personas del mismo sexo. Además este año se cumple ni más ni menos que el Quinto Centenario de ‘Maricón’, palabra escrita por vez primera en la Comedia Serafina de Bartolomé Torres Naharro y que nos ha acompañado a lo largo de los últimos cinco siglos, sirviendo tanto para condenarnos como para, en respuesta, ir moldeando nuestras identidades: toda una invitación para que, como compensación a quinientos años de discriminación, sean los próximos quinientos años de Orgullo, y den comienzo precisamente en el World Pridehispánico que celebraremos en Madrid.
Pero, ¿por qué os felicito el 2355, cuando andamos enviando por whatsapp tantas felicitaciones en torno al 2017? Creo que cada quien debe contar los años como mejor considere. Puedes contar siguiendo a rajatabla el calendario cristiano, y felicitar el 2017 después del nacimiento de Cristo, o puedes contar como musulmanes y judíos y hablar de los años 1437 y 5777. Puedes contar como hicieron en la antigua Roma, y felicitar el año 2770 ad urbe condita -desde la fundación de la ciudad-, o puedes contar reconociendo la importancia que tiene para nuestras libertades el Feminismo, y felicitar el año 269 después del nacimiento de Olympe de Gouges, la primera activista feminista. También es posible contar en clave ‘LGTB’, y felicitarnos el año 48 después de las revueltas de Stonewall o, mejor aún, seguir la tradición que comenzó George Cecil Ives tras fundar la Orden de Queronea, el primer colectivo de la historia, y contar los años a partir de la batalla de Queronea, en la que el bisexual Alejandro Magno fue el único hombre capaz de derrotar al invencible Batallón Sagrado de Tebas, formado por parejas de amantes varones, y así felicitar el año 2355.
Puedes contar como prefieras, pero en este año que empieza puedes contar conmigo. ¡Feliz 2355!
El Cuaderno de Ramón Martínez 