Hoy es el Día Internacional del Trabajo, y desde el Grupo LGTB de la Secretaría de Movimientos Sociales del PSM queremos recordar la importancia de que no se olviden nuestras reivindicaciones en este campo, pues los problemas de discriminación a los que se ven sometidas las personas LGTB tienen como escenario en muchas ocasiones el ámbito laboral. Desde la entrevista de trabajo, en que supone un importante dilema visibilizarse como LGTB o no hacerlo, gais, lesbianas, bisexuales y transexuales se enfrentan a una problemática específica que es preciso combatir.
Hace años, en 2003, el ínclito Ministro de Hacienda, Cristóbal Montoro, en la desaforada defensa de la discriminación a que nos tiene acostumbrados el Partido Popular, aseguró que el Matrimonio Igualitario haría subir el desempleo. Dejando a un lado la falacia argumentativa en que se apoyó el susodicho, de cuyas nulas virtudes y muchos defectos preferimos no acordarnos, es cierto que hemos conseguido aprobar el Matrimonio Igualitario y que el paro ha aumentado hasta lo inconfesable y, lejos de buscar una relación absurda, de esas que convierten a un respetable ministro en un fantoche movido por el odio a los diferentes, es necesario observar cómo afecta el desempleo al colectivo LGTB.
Aunque se supone que la legislación española protege al trabajador LGTB de la discriminación, la novísima reforma del Partido Popular, lejos de asegurar el acceso al trabajo, ha resultado un perverso instrumento que permite el acceso igualitario…. al desempleo. Cualquier persona puede ser despedida sin que medie explicación y es lógico plantearse si las personas LGTB serán, junto a otros grupos sociales en riesgo de exclusión, los primeros en perder -y que ya han perdido- su trabajo. Un estudio de la Universidad de Evry Val d’Essonne nos indica que los hombres homosexuales tienen el doble de posibilidades de caer en el desempleo que los heterosexuales, así como que es más complicado para un hombre gay estabilizarse en un puesto de trabajo; no obstante, según la investigación, la tasa de volumen de negocio de los homosexuales duplica a la de los heterosexuales. Otro magnífico trabajo, llevado a cabo por FELGTB y Guirigay, centrado en el municipio de Coslada, realiza un análisis cualitativo muy interesante y recomendable sobre la homofobia en el trabajo.
Nos encontramos así que las personas LGTB pueden encontrar su empleo en peligro con más facilidad que las heterosexuales. Hombres gais que, si se manifiestan como tales o son sometidos a «outing», duplican sus posibilidades de ser despedidos, lesbianas que a esto añaden la discriminación propia de las mujeres en el ámbito laboral, bisexuales que encuentran favorecida una parte de su realidad sexual y condenada otra, y personas transexuales cuyo acceso al mercado laboral es sumamente complicado -especialmente escandaloso es el caso de las mujeres transexuales, con su desorbitado índice de dedicación a la prostitución- y requiere de unas medidas específicas; y a eso hay que sumar, dejando a un lado los casos individuales, aquellos en que la problemática laboral afecta al entorno familiar, siéndole negadas a las parejas del mismo sexo en muchas ocasiones los beneficios de que disfrutan las parejas heterosexuales.
El Grupo LGTB del Partido Socialista de Madrid quiere aprovechar la importancia del Día del Trabajo para recordar las reivindicaciones de los trabajadores LGTB. No sólo es necesario que se asegure que aquellos que tienen empleo puedan conservarlo, y desarrollar su profesión sin miedo a ser despedidos o padecer acoso laboral, hay que proporcionarles los mismos derechos de que disfrutan sus compañeros heterosexuales y sus familias, como ya lo hizo RENFE en su día, extendiendo los beneficios de que disfrutaban los cónyuges de sus trabajadores heterosexuales a los compañeros y compañeras de sus empleados gais, lesbianas y bisexuales, sin que importara, además, si el vínculo que les unía era el matrimonio o no. Es preciso que los convenios colectivos tengan en cuenta que no todo el mundo es heterosexual, y recuerden incluir la diversidad sexual en sus disposiciones. Y, además, hay que pedir a los empresarios LGTB que dediquen una atención especial a los derechos de sus trabajadores, pues el movimiento que ha defendido sus derechos como personas LGTB también es el movimiento que defiende los derechos de los trabajadores. Las reivindicaciones de derechos deben realizarse en conjunto, y es imposible centrarse en un sólo ámbito y olvidar el resto.
Los partidos y sindicatos de izquierdas hemos de comprometernos en la defensa de estos trabajadores en particular, igual que nos comprometemos con los trabajadores en general, y demandar a los gobiernos, a ese Partido Popular que suprime a base de decretazos los derechos laborales, a ese Ministro que le tenía un miedo insuperable a que dos personas del mismo sexo contraigan matrimonio, pero no a facilitar con sus políticas que los ciudadanos se queden sin recursos; que se comprometa también en la defensa de los derechos laborales de las personas LGTB, y promueva políticas públicas de inserción laboral para que las y los transexuales encuentren un empleo digno, para que los gais, lesbianas y bisexuales no teman por su puesto de trabajo si es que aún lo conservan, y para asegurar, en definitiva, que todos los ciudadanos tienen derecho al trabajo, sin que importe su orientación sexual o su expresión o identidad de género. El Partido Socialista de Madrid está comprometido en esta lucha. Tú también debes estarlo.